martes, 22 de diciembre de 2009

Darse lugar a la fuerza... sanamente


Ayer recordé ese fascinante juego de fiestas infantiles de las sillas y es que todos alguna vez jugamos esta popular actividad; si tu infancia fue infeliz y tus papás nunca te llevaron a una piñata porque les daba pena mostrarse a la sociedad contigo (exageré pero suele suceder que no lo conozcan o simplemente no lo recuerden) el juego de las sillas consiste en poner sillas generalmente en una fila de modo alternado con la vista a diferentes flancos o lados, el número de sillas dependerá del numero de jugadores menos uno, ejemplo diez jugadores serán 9 sillas, pero ¿cuál es el objetivo? pues evidentemente mantener tu lugar sentándote en el, claro suena facil sin embargo todo deben estar caminando alrededor de todas las sillas al son de la música que generalmente en las fiestas infantiles ponen que en mis tiempos (eso me hizo sentir viejo) eran canciones de Tatiana y al momento en que la música se detenga reaccionas rápidamente a uno de los asientos antes de que otro aterrice sus retaguardia, trasero o pompis como desees llamarle a la parte inferior de la espalda donde deja de llamarse así; luego de esto accedemos a burlarnos de la persona que se quedó sin asiento y es eliminado, sacado, descalificado de la competencia al igual que es retirada una de las sillas para que cada ronda se vallan descalificando mas contendientes de dicho juego tan emocionante, el clímax del juego se sitúa cuando solo quedan dos personas por lo tanto se deja una sola silla es aquí donde surge en ocasiones la violencia desenfrenada por situar tu trasero en una silla y coronarte como el máximo campeón del juego de las sillas.

Cabe mencionar que en el juego te haces de mañas como mover la silla en la que el otro se pensaba sentar y caiga de forma repentina al suelo claro que si tu puedes hacer eso no esperes que siempre el destino de tu espalda baja sea siempre el asiento de la silla; estas mañas y otros elementos como los empujones, jalones y estirones hacen que este juego ademas de ser tan popular lo haga emocionante y en ocasiones hasta tensionante es que si no juegas para ganar prefieres no jugar y de solo pensar que esa música puede cesar en cualquier momento y tu quedar de pié sin asiento hace que estés en alerta permanente; uno de los juegos infantiles que a mi parecer es el mas egoísta de todos y demuestra lo que el humano es capaz de hacer sin hacer perder al otro, pero creo que así entendí que en los juegos lo importante no es ganar, sino hacer perder al resto... todo por una sana diversión.
Quizá si este juego lo hicieren deporte olímpico, México ya seria un gran medallista... bueno seamos optimistas si te dió risa es porque tu no la ganarías pero dale oportunidad al resto de soñar con eso no? :)

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